Los científicos llevan mucho tiempo dando la voz de alarma sobre el daño que las emisiones de carbono están causando al planeta, pero ahora están empezando a observar cambios generalizados y sin precedentes en todo el sistema climático. Algunos de estos cambios son irreversibles durante cientos o miles de años.
La buena noticia es que aún existe la posibilidad de limitar el cambio climático. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), un organismo de las Naciones Unidas (ONU) que evalúa la ciencia del cambio climático, afirma que “una reducción fuerte y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero limitaría el cambio climático”.
Ya sabemos que la contaminación atmosférica es uno de los mayores riesgos medioambientales para la salud y la reducción de las emisiones de carbono disminuye la aparición y la mortalidad de varios problemas relacionados con la salud, como los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades cardíacas, el cáncer de pulmón y las enfermedades respiratorias, como el asma.
Los responsables de las ciudades y de las empresas que mueven la economía de cada país pueden y deben invertir en soluciones inteligentes que puedan aportar significativamente e impulsen la adopción de nuevas medidas sostenibles, un ejemplo de esto son las soluciones de seguridad inteligentes basadas en video, mediante las cuales se hace posible minimizar la congestión vehicular y hacer que el desplazamiento por la ciudad, un estacionamiento o un lugar sea más tranquilo, sencillo y cómodo, al mismo tiempo que reduce el impacto de los gases emitidos por los vehículos.
Con base en lo anterior surge el interrogante ¿cómo las soluciones de video pueden hacer esto posible? Las cámaras inteligentes, como las Wisenet AI de Hanwha Techwin, están equipadas con Inteligencia Artificial (IA) basada en los bordes que puede detectar y clasificar diferentes categorías y modelos de vehículos, ayudando en la identificación de aquellos que superen los niveles permitidos de emisiones o aquellos que ya no deban circular, con diferenciación de bicicletas de coches y camiones, por ejemplo, permitiendo a los operadores controlar el paso de determinados vehículos por una zona y limitar otros.
Asimismo, los operadores pueden supervisar el uso de las carreteras y redirigir el tráfico a rutas alternativas, si se acumulan atascos. La IA puede alertar a los operadores de posibles atascos o accidentes de tráfico, permitiéndoles así tomar medidas proactivas para evitar que la congestión empeore. Al mismo tiempo, las actualizaciones y los cierres se pueden comunicar a los conductores a través de pantallas digitales integradas colocadas a lo largo de una ruta.
Aplicaciones adicionales como el reconocimiento automático de matrículas (ANPR) cumple aquí múltiples funciones, desde permitir automáticamente el acceso a un aparcamiento a los vehículos preautorizados hasta aplicar sanciones de estacionamiento, pasando por vigilar un lugar en busca de conducción peligrosa. Reducir tiempos de espera para que se levante una barrera o se emita una multa se traduce en movimiento eficaz y constante de cientos de vehículos que entran y salen de un recinto.
Al mismo tiempo, se puede evitar el mal estacionamiento que entorpece a otros vehículos y provoca atascos. El ANPR también puede ayudar a que el tráfico fluya más suavemente en otras instalaciones de parada y arranque, como las carreteras de peaje.
Las cámaras de guiado de aparcamiento con IA, como la TNF-9010, ayudan a los conductores a encontrar plazas de aparcamiento disponibles. Esto significa mayor rapidez al dirigirse a una plaza vacía, en lugar de esperar a que haya una plaza disponible cerca de la entrada del aparcamiento, lo que genera gases de escape innecesarios y congestión en la carretera.
A largo plazo, los datos generados por las cámaras de IA pueden utilizarse para desarrollar carreteras y plazas de aparcamiento más eficientes. Se puede analizar el uso para detectar las zonas y rutas más populares, y ampliar o restringir el acceso en función de ello.
Si se combinan con otros datos de la ciudad, como la afluencia de peatones o los sensores de calidad del aire, algunas zonas podrían convertirse en peatonales durante las horas punta por la contaminación. Se podría analizar el impacto de una nueva carretera para ver si ha aumentado o reducido las emisiones de carbono.
Con la IA de Wisenet Road (que se ejecuta en determinadas cámaras 4K de la serie P de Wisenet), estos avances están al alcance de todos los responsables de la ciudad. La instalación de la IA en el sistema central de videovigilancia nunca ha sido tan fácil ni tan crítica.
A medida que el mundo continúa luchando contra el cambio climático, cada diferencia que cada uno pueda hacer para reducir las emisiones de carbono, se sumará al esfuerzo global. Y la empresa seguirá encontrando nuevas formas de construir un futuro más sostenible, algo que está en el centro de la misión del Grupo Hanwha.